lunes, 30 de abril de 2012

Entrevista de actualidad a Lola Peiró


P- Se suponía que el progreso iba encaminado a mejorar la vida y la enseñanza de los ciudadanos. Visto lo visto, ¿cómo cree que va a ser el futuro?

R- Yo creo que el progreso está cumpliendo su misión, que es la de avanzar, la de ir hacia adelante y perseguir el perfeccionamiento; es como una ley natural que tanto rige en la naturaleza como en la mente del hombre, quien no puede evitar el sentirse irremediablemente atraído por descubrir lo que la naturaleza esconde, y esto es imparable porque cada generación interpreta lo que hay, sigue a partir de ahí, y la sabiduría del hombre se basa en su capacidad para interpretar el universo, lo que le rodea. Puede ser lo que llamamos “ley de vida”; otra cosa es la interpretación que determinados grupos de personas hacen de ella, grave cuando se trata de dirigentes de los países que, por sus actos,  parecen no poseer la capacidad intelectual lo suficientemente eficaz como para entender algo tan obvio. 


Entrando en lo práctico, lo normal es que no hubiera cortapisas que coartaran la labor de los investigadores, de la enseñanza, de la justicia (motor todo ello del progreso)…, que entendieran lo valioso que es el estamento de los trabajadores, generadores de la riqueza con la que luego los magnates especulan sentados en poltronas, y que nos están arrastrando hacia el capitalismo más peligroso, basado no en la riqueza del trabajo sino en las especulaciones financieras del dinero facilísimo…  Y por fin, el no entender que la cultura es siempre necesaria para el progreso de un pueblo, y que el pilar fundamental es el conocimiento, necesario para asimilarla, y que ello se consigue con una educación adecuada, el no entender esto, digo, nos puede llevar a un retraso que nos deje a los pies de la Santa Inquisición.       

Y con respecto al futuro que usted me pregunta, no creo que nadie en su sano juicio sea capaz de predecirlo. Todo es sorprendente: el descubrimiento de América, la caída del imperio romano… ¿quién lo hubiese podido imaginar? Lo que parece bastante fácil de predecir es la resolución de esta crisis en que nos hemos metido de rondón. O nos han metido. E incluso en esto, ¿quién sabe?
En fin…, demasiado complejo para charla tan corta.


P- La Unión Europea insta a los países como España a recortar en enseñanza. ¿Qué intereses pueden tener los políticos en que la población sea menos culta?

R- Puesta así la pregunta, parece que habré de contestar lo que todo el mundo comenta y que se ha transformado en un lugar común: Los que gobiernan prefieren una sociedad ignorante porque es más fácil de dominar y, por ende, controlar. A mi me cuesta aceptar esa afirmación por muy obvia que parezca. Me suena muy perversa, como así me lo parece el que las multinacionales farmacéuticas no apoyen los adelantos científicos que curarían un montón de enfermedades especialmente crónicas porque dejarían de ganar una cantidad muy sustanciosa de dinero. ¿Se pueden tener unas entrañas tan podridas, si eso fuera cierto? Lo que sí es verdad, con respecto a la educación, es que aún no he oído o leído declaraciones de los responsables del tema planteando cuestión tan importante como es la CALIDAD de la enseñanza, o la formación del profesorado, la seguridad de los profesores, la conexión con los padres, la modernización  de proyectos, y desde luego la ayuda de las autoridades así como su comprensión… todo esto sí que constituyen el fundamento de la cuestión y no los recortes. En este tema, y salvo excepciones, sí que considero a los responsables de este ministerio ignorantes en la materia porque, viendo cómo se expresan y lo que hacen, a veces me da la sensación de que lo mismo hubiesen podido ser ministros de Coros y Danzas. Otro tema que se escapa a la brevedad de la charla. Es una lástima.


P- Es posible que –si como dicen, todo en esta vida es cíclico¾ estemos en la misma situación o parecida que en los años treinta. ¿Usted lo cree así


R- Las situaciones no son nunca iguales, porque no se dan las mismas circunstancias. Desde los años 30 han pasado muchas cosas que han dejado su irreversible impronta en la sociedad (y en la naturaleza…) y las situaciones nunca serían comparables. No podríamos olvidar que vimos televisión, que fuimos a la luna, que vivimos con una serie de aparatos insustituibles, que gracias a los ordenadores tuvimos el mundo en nuestras manos… Si fuéramos hacia atrás, sería de otra manera. Nuestro bagaje no desaparecería tan fácilmente porque forma parte de nuestra experiencia. No creo que dejemos de tener los adelantos de hoy, aunque sea en la memoria, a no ser que un meteorito impresionante fundiera los plomos del planeta y, como los dinosaurios, desapareciera nuestra especie. Y no se crea, tal y como están las cosas, a mí, a veces me entran ganas de pegarle un tirón al enchufe…


P- Hasta hace un tiempo la esperanza de vida era considerada un logro, ahora ya se empiezan a oír voces que apuntan a que es una amenaza para la economía. Lo dijo Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional. ¿Qué tiene que decirle usted a esta señora?


 R- No leí o escuché semejante comentario y tenía a esa señora en bastante consideración por la trayectoria política que ha desarrollado, por lo que puedo sospechar que tal comentario puede haber sido sacado de contexto. Siendo mujer, debiera de tener una sensibilidad menos áspera, menos inhumana, aunque observo que las mujeres con poder suelen quedar desnudas de lo que nos hace más sensibles, tal vez porque tienden a imitar a los hombres, lo que también las hace menos aptas para resolver problemas humanos, como lo harían en el seno de la familia,  que es por cierto buena táctica para solucionar conflictos en el  gobierno de una nación. Una filósofa española dijo que  “la mujer no debe identificarse con el identitario masculino, sino con lo genéricamente humano”, y estoy en todo de acuerdo con ella.  
Si la señora Lagarde verdaderamente lanzó ese comentario y así lo cree, debería tomar medidas al respecto cuando ella llegue a una edad adecuada. Si es que es coherente…


P- Pocas revoluciones  ¾por no decir ninguna¾  se han consumado sin derramamiento de sangre ¿Cómo cree que será la próxima?


R- No creo que se resolviera una crisis con una guerra al uso histórico, aunque viendo los conflictos en Oriente Medio y buena parte del mundo, mis argumentos se quedan débiles. La verdad es que tampoco podría apostar por negociaciones civilizadas, porque esta humanidad a la que pertenecemos está en un momento impredecible. No me cabe en la cabeza que se optara por los trompazos, la sangre y las revanchas, como lo que tuvimos no hace tanto tiempo en España, pero también considero que al homo sapiens le falta aún un hervor como para ser dos veces sapiens, y cualquier cosa podría esperarse de él… Esperemos que no haya ocasión para experimentarlo.


P- ¿Hay motivos para seguir creyendo en la clase política?


R- En absoluto. No tenemos representantes en el parlamento que den la talla. Al menos yo no los he detectado, y si “por sus obras los conoceréis”, el resultado de su gestión parece que no avale el comentario bíblico.  No ha habido cosechas significativas; el nivel intelectual de nuestros políticos es muy precario. Mientras no se desprendan de ese dogmatismo que les infiere la obsesión por el partido, su visión del mundo no será ni parcial ni de provecho para todos. La ideología les ciega y pierden la perspectiva humana. Parece que no les duele la desesperación de los que sufren a causa de tanto recorte, de tanto paro…; lo importante es llegar a esas cotas bursátiles, económicas, con que les presionan los gerifaltes del capitalismo. Es decepcionante semejante actitud, y hasta a veces me da la sensación de que son alumnos de un colegio que se enzarzan en el recreo a insultos y descalificaciones. Son decepcionantes. Y cuando el tema tiene que ver con la malversación del dinero público, hay como para tensar un arco con flechas envenenadas. Porque ese dinero, según dicen, lo pagamos entre todos… Su impunidad me parece denigrante.   



P- El ayuntamiento de Elche ha cambiado de color después de tres décadas. ¿Qué piensa de que muchos de los asesores del equipo socialista se hayan puesto el uniforme del PP para seguir trabajando en el consistorio?


R- Si lo que pregunta es qué es lo que me parecen esos cambios de chaqueta que se dan cuando se mueven los colores en los centros de poder y gobierno, le diré que, dada la experiencia que ya tenemos, es lo previsible. Hoy, el honor y la dignidad han perdido su significado. Se trata de una especie de casta menor que vive de lo que queda donde quiera que sea, y en ese caso el color no importa. Si alguien tomara esa decisión por fuerza mayor, como dar de comer a sus hijos, me parecería respetable, pero en cualquier otro caso, como pudiera ser el ansia de poder o la codicia por el dinero, lo consideraría una actitud rastrera. No suelo darle crédito a ese tema, no me interesan esos tipos y, por lo tanto, no me quita el sueño. Son los previsibles aprovechados y no merecen mayor comentario.


P- ¿Le sorprendieron los resultados de las últimas elecciones locales?


R- No, esto es precisamente lo que esperaba. Lo que me sorprendió en su momento  fue el que la sociedad ilicitana, obrera en su mayoría y por ello socialista de pro, se fuera decantando hacia la derecha; así como que los inmigrantes procedentes de las zonas desoladas del sur, en la posguerra, también optaran por esa ideología. ¿Cómo los inmigrantes, pobres de solemnidad, se decantaron por el voto de la derecha? Va a tener razón aquel viejo anarquista diciendo que: “Todo político perteneciente a una fuerza de izquierdas, desde el momento en que ocupa un cargo de cierta relevancia, experimenta un permanente desplazamiento hacia la derecha en cuanto a costumbres y signos externos de riqueza se refiere. Y mayor es el deslizamiento cuanto más importante sea el cargo que ejerce. En cuanto al comportamiento de los políticos de derechas, su inercia no va hacia el dinero –supuestamente lo tienen- sino hacia el PODER, el dominio sobre los demás y la imposición de sus ideas” Y todos dicen que obran en nombre de la DEMOCRACIA… Eso reza también para los ciudadanos de cualquier clase, es decir, la sociedad con más “prestigio” es la que tiene el dinero, la que está además junto a la iglesia rica y poderosa, LA DERECHA, así que los trabajadores  quieren estar allí; no tuvieron antes nada y ahora, con el trabajo de las fábricas, el dinero entra casi en abundancia y se permiten ya ciertos “lujos”, a los que tienen también derecho.  Quieren elevar su nivel, y de ahí el voto que se desliza hacia la derecha..  La burguesía es muy golosa. Por eso no me sorprendió el resultado de las anteriores locales; esta sociedad es, como el resto del mundo, sorprendente.


P- Usted dice con frecuencia que todo lo que nos pasa ya se “predijo” en el mundo de  los mitos. ¿Puede explicarnos esto?


R- En realidad lo que suelo decir es que la civilización, a la que pertenecemos, hunde sus raíces en el mundo complejo de los mitos. Y es que somos el resultado de todo lo que fue. Si hablamos del destino, aparecen la Parcas, o Moiras; si nos preguntamos  de dónde nos proviene a las mujeres esta fama de “malvadas”, encontramos a Pandora, o Eva… y cuando convino crear el prototipo de la mujer dócil, buena para esposa, aparece Penélope, la Virgen María… Y el mito tiene tanta fuerza que es difícil desactivarlo. Sólo hay que darse un paseo por la historia hasta nuestros días para comprobar el efecto que tuvo, por poner ese ejemplo mencionado, en la mujer. Y aún no ha dejado de surtir efecto. La religión es otro ejemplo, pero éste más complejo… Todo esto constituye la herencia común de la época preclásica griega, como mínimo.  Su estudio resulta revelador y apasionante.

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